Eso, simplemente eso. Reivindico el derecho al resentimiento. Reivindico el derecho a sentir envidia, dolor, angustia, bronca, odio... frente al éxito ajeno (o a lo que creemos es el éxito ajeno). Y llamo éxito a cualquier situación deseable del otro. El resentimiento es por razones de la otredad y se origina de ella, aunque también está reforzado por razones del sujeto resentido, claro. Y la motivación del resentimiento merece respeto. Absolutamente.
Así establecido, creo que se puede hablar desde el resentimiento y proclamo abiertamente que no descalifica mi argumento que el otro argumente que hablo desde el resentimiento. Se pueden expresar muchas cosas desde el resentimiento, válidas como cualquier otra.
Más aun; creo que es una de las ilegitimaciones más fáciles para desbaratar opiniones. Hay que ver claramente si se habla desde el resentimiento. Y si es así, ¡guau! Cuánto se ha tejido para lograr la trama del resentimiento.
Vale seguirlo. Me gusta esta idea... Lo digo de puro resentida, eh.
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ResponderBorrarWith deepest friendship,
Love,
Donna