28.12.06

De los afectos

Cuando llego a casa, suelo sentarme a la computadora casi inmediatamente después de comprobar que las cosas están en el lugar donde supuestamente las he dejado, no hay grandes estropicios y mis gatos siguen allí, en esta SU casa que me permiten compartir con ellos.

Es bueno que vengan a saludarme a su estilo, que dependerá del día y las circunstancias... de ellos.

Sin embargo, una adicta a las demostraciones de afecto como yo sufre constantemente de síndrome de abstinencia. Me refiero a la precarización laboral y al neoliberalismo globalizado, es decir, a que, como nos hacemos mierda unos a otros en pos de la supervivencia, digamos que va quedando cada vez menos espacio hasta para la más elemental de esa demostración de afecto que es un saludo abierto, franco, que allana la frontera entre el yo y el otro.

Por eso, cuando abro mi programa de Yahoo! o de Messenger, le agradezco que, en el idioma que sea, me diga "Buenos días (good morning) Silvia" (me llama por mi nombre, me da identidad, me personaliza...) "Good evening (buenas tardes/noches) Silvia" (¡me reconoce, se interesa por mí, aleluya!).

Y después teoricen sobre las comunidades virtuales, pero al menos a mí, eso, me evita un episodio agudo de demanda de cariño y me deja un poco más feliz hasta que descubro que no me respondieron el último correo que envié...

Saluden, che, con las manos, con una sonrisa, con un guiño. No sean amarretes de saludos, que demuestran que uno se dio cuenta de que el otro... también existe.

Cariños muchos, en todas sus formas de expresión al que lea esto...

25.12.06

¡Feliz Navidad!

¿Por qué nos obligan a ser felices por compulsión? Así no vale. Lo que vale es tratar de estar bien a solas con uno, con lo que hace, con lo que quiere hacer, y hasta con lo que resulta un verdadero fiasco, porque, después de todo, ese fiasco es el resultado de una acción que debe contar, que es necesario que cuente.

Gracias, Alejandra. Porque me contaste que habías empezado tu blog y me recordaste que yo tenía uno. Olvidado por razones de tiempo y de descalificación por lo personal. Y eso, vos lo sabés, no lleva a ningún lado.

Por eso, este día, mi FELIZ NAVIDAD está dedicado a ella, mi amiga, que es sabia. Tanto, que conoce el modo de empujarte porque "El primer paso es el principio de un largo camino", o algo así. Y lo dijo Lao Tsé.

Hasta el próximo post.

15.1.06

El domingo, la lluvia y el GobBsAs

Domingo de lluvia. He traído trabajo de la editorial a casa para adelantar. Qué mejor que aprovechar y darle un empujón a la cosa, así me me tomo vacaciones más tranquila, sabiendo que la corrección de traducción está completa y los plazos se cumplen.

Pero… Hace mucho tiempo que me he dicho que DEBO leer los suplementos literarios del domingo, pero llega la tarde de ese día y apenas entendí un par de párrafos del artículo de Verbitsky; me ilustré sobre alguna novela en inglés por supuesto no traducida porque ¿qué sería de los críticos que señalan los rumbos de la novísima tendencia en narrativa si no se reservan ese placer del conocimiento no-compartido?, y tomé nota de alguna información dispersa.

Pues bien, pese a que los papeles me miraban desde un rincón la mesa del comedor-living-oficina, lugar que me ha deparado el destino (no explicaré pormenores, que este post tienen otros objetivos) decidí que sí, que TENÍA que leer el diario. Así que abrí el diario…

¡Oh, oh, oh! Un aviso del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Después de oír un comentario del tipo “Ibarra está frito” de parte de quien disfruta de un sitio más exclusivo para afanarse (je, je) en sus tareas, pero cumple con el amoroso "deber" casi conyugal de compartir el desayuno, resuelvo que le voy a dar un vistazo al anuncio, solidariamente. Pobre Ibarra…

“UN VERANO REFRESCANTE EN CIUDAD ABIERTA” (qué lo tiró al título con lo del verano refrescante). “Diversión, entretenimientos, inteligencia, y toda la alegría por no poder salir de vacaciones” (reza la bajada). Ejem. Un homenaje a los creativos de Crónica aquí por favor. “Por no poder salir de vacaciones”, uno tiene “diversión, entretenimientos, inteligencia y alegría” en esta Ciudad Abierta de Santa María de los buenos Aires. ¡Ay!

Sigo leyendo, mientras pienso quién recibe emolumentos para pergeñar la publicidad que estoy leyendo. A ver, sigamos:

BUENOS AIRES ROJO SANGRE. Siento una extrasístole. Otra. Otra. ¿Van a dedicarse a estudiar el fenómeno de la violencia que los medios de comunicación se regocijan en mostrar y sobremostrar? Qué alivio siento al descubrir que se trata de un ciclo con “los mejores cortos del cine bizarro y de terror”. Digo, no hay alguien que piense un poco en gobBsAs? Porque sé “de muy buena gente, digo, fuente” que hay una reuniones maratónicas en las instalaciones de la Muni. Hay gente que cobra sueldos para eso, de veras… Se reúnen durante muchísimas horas para planificar “líneas de acción” en diversos campos. ¿Si se llevan a la práctica? No estoy segura, porque la última vez que pregunté por un proyecto me dijeron que “todo (supongo que habla de la guita) va a parar a seguridad”. Creo que se siguen reuniendo, porque las reuniones tienen eso, vio, son tan necesarias que se vuelven adictivas. Sí, cobran sueldo. Digo, esas personas convocadas para reunirse y hacer planes.

Avanzo con la lectura. Yo confío en que… “EL CAMIÓN DE EXTERIORES DEL AMOR”. ¿Cómo? ¿Qué? Puede que un ciclo de cine berreta analizado por cronistas de Barcelona. ¡Ah, no! “En directo desde una pelopincho rodante. Informes sobre cómo soportar el calor”. Me quedo más tranquila. Qué originalidad, que sentido del humor, qué talento. Hay que joderse...

La verdad, si Ibarra tiene estos colaboradores, sí que está frito. Porque digamos que “alguien” tiene que leer esto (supongo que la publicidad se ha contratado); "alguien es responsable". Uy, le estoy tirando unas ideas para sustentar eso de que "Ibarra tendría que haber estado…".


Mejor sigo leyendo lo que se espera de Evo Morales y me dedico a terminar el trabajo que me traje a casa de la Editorial…, así me voy a ver el ciclo de terror, los recitales, y, especialmente, la pelopincho rodante, porque es posible que yo, realmente, no pueda salir de vacaciones… La Ciudad me espera. Suerte que una tiene…