20.1.07

Qué quieren las mujeres

No voy a hacer un post de resumen de estudios sociológicos. Prefiero citar un párrafo de una deliciosa novela corta del mexicano Héctor Aguilar Camín, Mandatos del corazón, estupendamente escrita: Un extenso diálogo que, al estilo socrático funciona como el mejor modo de enseñanza.
Habla don Berna, uno de los personajes, y narra la historia de sus amores con Laura Portales, que le enseñó a no asustarse de las palabras después del amor. El amor después del amor, para las mujeres. Uno de sus dos interlocutores, el legitimado por razones que exceden este comentario, luego de escucharlo, sale a la vida y al encuentro de una mujer.
Entonces:


Nos fuimos de rumba. A medio convite, le pedí a mi amiga:
--Te propongo un juego.
--El que quieras, aceptó.
--Vamos a decirnos los amores que nos
pasen por el cuerpo. Vamos a ahogarnos de cursilerías, como amantes de telenovela.
--Es laproposición amorosa que he esperado toda mi vida --dijo ella.

Agradecí su instantánea comprensión del juego. Pasamos la noche
dejándonos gobernar por los mandatos del corazón, tocando las puertas del
castillo donde Laura Portales había levantado su reino,
el reino intolerable y maravilloso de los amores que no sólo se atreven, sino que no se cansan de decir su nombre.

(Lo destacado en negrita es mío). ¿Se entiende, no? No nos dejen solas cuando hablamos. No se asusten. No huyan. Hablen, dejénse ser hablados. Sigamos los mandatos del amor. ¿Difícil? Igual que abismarse en el silencio después del amor...

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