15.1.07

"Empastillados"

Así andamos por la vida..., al menos los que pertenecemos a esa clase que todavía puede darse el lujo de acceder a medicamentos. Y se accede fácil si se dispone de dinero, claro.

Tienen razón los que dicen que siempre "todo tiempo pasado fue mejor". Lo sabemos, por escrito y escrito en coplas, gracias a la pluma (y era en verdad una pluma con la que escribía) de Jorge Manrique, que hablaba de la muerte de su padre y de "cómo a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor", allá por el siglo XV.

¿Qué tiene esto que ver con el título de este blog? Pues que lo que antes se aliviaba con un vaso de leche pasó a resolverse con una pastilla disuelta en la boca. ¿Práctico, no? También era posible recurrir al bicarbonato de sodio, pero pronto aprendimos del "efecto rebote", y ganaron los antiácidos. Ahora, ¿cuál era la composición del antiácido? Generalmente, carbonato de calcio y magnesio... No se vaya a creer uno que era inocuo, pero no se asociaba a una droga.

Pues bien, siguiendo el ejemplo, luego aparecieron las pastillas que contenían ranitidina y, ahí sí, ya estamos pisando otros terrenos. Los del "empastillamiento". Porque la ranitidina es un componente de medicaciones de distintas marcas que se usan para el tratamiento de, por ejemplo, las úlceras... Y yo hablo de pastillas que están promocionadas para su venta libre. Creo que ahora también las hay con omeprazol, que en su momento fue el boom de los antiácidos, porque proveía soluciones más rápidas y con otra forma de acción, pero dejemos las precisiones. Digamos que vamos pasando, sugestivamente, a "ingredientes" en forma de cápsula o pastillas que se venden libremente, como caramelos, para "ayudarnos a salir del paso"...

Ni qué hablar de los psicofármacos. De la aspirina, que algún psiquiatra que conocí llamaba "el antidepresivo de los pobres", pasamos a la superaspirina (más gramos) con el agregado de más cafeína, claro, porque la que veníamos consumiendo con el famoso Geniol ya no nos "pega" como antaño. Nos acostumbramos, animales de costumbre que somos. ¿Y si le sumamos una bebida que te hace "sentir con más energía" (gracias a la glucosa y la cafeína que contiene). Genial, superaspirina con Speedy, y el mundo es nuestro.

¿No puede dormir? ¿Se acuerdan de cuando empezó a hacerse famoso el Lexotanil? Era típico recurso de "amas de casa desesperadas", con hijos adolescentes (algunos de los cuales, cuando tenían algún problema, recibían su dosis de "equilibrador cerebral"). Así que la familia estaba... empastillada.

Pero claro, ya pasó la época del lexotanil, porque los ataques de pánico, los trastornos de ansiedad y otras yerbas nos exigen más... pastillas. Así que el bueno de Tinelli, con toda naturalidad, y naturalizando desde su programa (donde la sociedad se refleja y se ve reflejada, en un círculo macabro), habla de "tomate un Rivotril". El clonazepam, componente del Rivotril, se usa para pacientes con epilepsia. Hoy, se pasa "de boca a boca", panacea para refrenar los nervios ante una discusión en la oficina, la crisis conyugal o una visita a casa de los suegros...

En fin, los ejemplos abundan, pero más vale post breve y bueno.

Por favor, fijémonos cómo andamos. Pastillas que nos despiertan, nos estimulan, nos inducen las ganas. Pastillas para cuando nos pasamos de revoluciones y no podemos dormir... Pastillas para la depresión, la ansiedad, los miedos. Pastillas para los dolores de cabeza, la indigestión, el resfrío, la molestia de las articulaciones. Eso sí, con mucha droga específica, bien potentes y, como dicen en inglés, over the counter (me disculpan, pero el inglés sí que sabe ser específico a la hora de las frases-concepto), es decir, de venta libre, en mostrador.

Empastillados y ¿felices? Si no lo somos... pronto tendremos el Prozac en módicas raciones convertido en chicle con sabor a arándano... ¿No? Sólo es cuestión de tiempo. Al menos, los que tienen problemas de peso podrán recurrir a un chicle para calmar la sensación de hambre. ¿Qué tal?

Y ahora dejo esto y me voy a tomar una pastilla con algo de relajante muscular, que el uso del mouse me provoca contracturas...

Hasta la próxima...

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