Como nada mejor que una voz "autorizada" para corroborar nuestras posición, esta frase de un libro cuya autora es una psicóloga suiza (de la editorial Jouvence, aclaro porque no es autoayuda "barata"), me dio alivio y una base de sustentación para contraatacar sin remordimientos.
Dice la buena de Christel Petitcollin en su obrita Comunicarse bien con los hijos que estoy editando, a propósito de los padres que vuelven a casa después de que ha pasado la "hora trágica" del baño y la cena de los niños, porque se han quedado más tiempo del necesario "trabajando" en la oficina, y con la frasecita de marras quedan como duques ante la "mujer al borde de la crisis de nervios" que les reclama mayor colaboración:
Eso, déjense de joder... digo..., de jugar con nuestra mala conciencia.Señores, les pido por el amor que sienten por sus esposas y sus hijos:
dejen de jugar a "yo soy un hombre abrumado de
trabajo".
mi experiencia al respecto dando un click aquì
ResponderBorrar