Me senté
en este rincón
de mi vida
y miré atrás.
Volví luego,
los ojos
hacia el horizonte
buscando qué...
Inevitables,
tantas
lágrimas
como los días
del atrás,
de los ojos hacia el horizonte,
del qué,
de este rincón
de mi vida
pude contar,
infinitamente.
A veces es peligroso mirar mucho atrás
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