23.7.04

Antonio Gades, ese gallo de riña

Hubiera querido escribir sobre él, pero la emoción hace mala yunta con la buena literatura (que, en este caso, era "simplemente" encontrar algunas palabras adecuadas).

Por suerte, Susana Viau, en Página/12, hoy dijo lo suyo, con excepcional estilo. Se lo agradezco sinceramente: http://www.pagina12web.com.ar/diario/contratapa/13-38607.html?PHPSESSID=311d36bc39df9fa2ac22739b6b8fd5e7

En otro blog, quizá consiga evocar la figura del maravilloso bailarín, un talento de la danza que no le escatimaba pasión del flamenco, pero lo depuraba del kitch o de la exageradas mañas for export.

Ahora, sólo quiero recordar que Antonio no levantaba una molécula de polvo cuando hacía estallar las tablas del escenario con sus pasos inigualables,  sin un gesto de más, porque lo suyo le nacía de las entrañas pero pasaba por el tamiz de su intelecto. Conjunción que impedía la artificiosidad efectista y convocaba la magia, la verdadera magia.

Gracias por tu fuego, Antonio Gades, que seguiste siendo, como te gustaba decirlo "de izquierdísima" y nunca, como cuenta David Viñas que denunciaba Arturo Jauretche, te subiste a un caballo por ese lado para desmontar por la derecha. Y si ahora decir "izquierda" o "derecha" parece que no significa nada (gracias a los desemantizadores mediáticos), que se lea bien la declaración de principios que encierra esa frase.
 



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