1.2.05

Estado ¿estás?

Uno de los conceptos más claros que escuché en la interpelación a Aníbal Ibarra (mala suerte la del jefe de Gobierno progre tener que lidiar con una bien fulera) fue el que expresó Norberto La Porta: qué llamativo resulta --decía el socialista-- que los representantes de los partidos más inclinados a la "abolición" del Estado (al que acusan de inoperante y elefantiásico) sean precisamente los que denuncian que su ausencia es la causa de la tragedia de Cromañón.

Claro que esto es una estrategia para botar a Ibarra, porque no podemos pensar que quienes proponen como sistema político que, con perdón de los politólogos, llamaría "un empresariato" (¿o Macri viene de la militancia social o política?) quieran el regreso del "Estado de bienestar".

Lo lamento porque todo esto se hace a costa del dolor de los familiares de las víctimas y de los propios sobrevivientes de esa noche que no debió ser.

Para ellos, nada es suficiente. Si Ibarra ofreciera su cabeza (y casi lo está haciendo) no bastaría para colmar su dolor. Lo que indigna es la manipulación a que los someten y la falta de lucidez (no escuché una sola voz, un quiebre en esa interna, como sucede con los familiares de víctimas de la violencia, v. gr. la movida pro y anti Blumberg) para determinar qué fue lo que permitió que sucediera lo que sucedió esa noche de víspera de año nuevo en el barrio de Once.

Pobre Ibarra. Como le dijo hoy una madre, "le tocó a él". Pero no hay casualidades. Muchos estaban esperando que "le tocara algo". Y tuvieron suerte. Le tocó.

Ojalá se reaccione a tiempo. Ojalá la gente empiece a darse cuenta de que hace tiempo que ella misma viene convalidando la desaparición del Estado, que hace rato que no está el Estado para controlar, supervisar, verificar, curar, educar. O, por lo menos, que lo hace con muchísimas restricciones.

Tal vez algunos padres preocupados hoy por el futuro de sus hijos podrían leer qué dice al respecto cualquier libro de texto de Ciencias Sociales actualizado para la enseñanza secundaria. Ahí van a poder enterarse de que a sus hijos se les está enseñando que hay un Estado que no está. Pero parece que nadie quiere entender que de eso se trata cuando se piden privatizaciones para "mejorar los servicios" o "agilizar los trámites" porque la burocracia es mucha.

No, papá Estado no está para cuidarnos. Y parece que en su lugar van a estar los Macri. Que el Cielo nos asista (aunque Nietzche ya decretó la muerte de Dios), porque ellos, lo dudo...