24.11.04

Yo también me lo pregunto...

Joaquín Sabina, en entrevista de radio Mitre (ver http://www.clarin.com/) interroga a Jorge Lanata a propósito de la muerte de Adolfo Castelo con una frase que aniquila el (falso) consuelo: «Por qué los hijos de puta son longevos».

Eso, por qué...


5.11.04

My country, right or wrong

En un libro cuya traducción he tenido el placer de supervisar y acabo de editar para el sello SAGA Ediciones, de México, llamado El poder de la emoción, de Michael Sky, el autor dice lo siguiente, que llamativamente se relaciona con las elecciones en los Estados Unidos:

Todos los virus del nacionalismo, el patriotismo y el unilateralismo, en mayor o menos grado, giran en torno de la idea de “mi país, con razón o sin ella”* y über alles)**. El virus de la xenofobia postula que debemos apartarnos de todos los extranjeros y los forasteros y luchar contra ellos. El virus de la homofobia contiene la misma idea, concentrada específicamente en los homosexuales. El virus de la competición infecta con la idea de que, en la vida, el éxito proviene sólo de ganarle a los otros.

Los asteriscos señalan las notas que agregué para comprender mejor a qué se refería el autor. El primero explica la frase, en inglés, que es la del título del post, “my country, right or wrong”.

Dice la nota de edición:

El origen de esta expresión puede hallarse, por un lado, en las palabras de Stephen Decatur, oficial naval estadounidense, para un brindis realizado en abril de 1816 con motivo de celebrar la victoria de su armada sobre los piratas: “Our country! In her intercourse with foreign nations, may she always be in the right; but our country, right or wrong.”(¡Nuestro país! En el intercambio con naciones extranjeras, puede que tenga siempre razón; pero, con razón o sin ella, es nuestro país.”), y en las dichas por el senador Carl Schurz el 29 de febrero de 1872, en el recinto del Senado de los Estados Unidos: “My country; and my country is the great American Republic. My country, right or wrong; if right, to be kept right; and if wrong, to be set right.” (Mi país; y mi país es la gran República Americana. Mi país, en lo cierto o equivocado; si está en lo cierto, para que se conserve así; si está equivocado, para se lo corrija.”). Durante muchos años hasta la actualidad, para los estadounidenses, la frase “my country right or wrong” tiene connotaciones de fuerte nacionalismo o patriotismo.

Precisamente, pensaba cuánto hay de ese exacerbado nacionalismo y de un patriotismo mal orientado, de ese sentimiento de estar por encima (casi émulo del fatídico uber alles alemán), de la instauración de la idea de raza superior en la manifestación reciente de lo que se llama “voto popular”. Justamente, en mis búsquedas, descubrí que la frase la conocen bien los jóvenes y se sacó a relucir durante ¡la guerra de Vietnam! Es que expresa muy bien la idea de que nada importa, si mi país (o mi presidente) lo deciden, bien hecho está y yo lo apoyo. ¿Niños, mujeres, hombres (de otros países, no los nuestros, eh, que los nuestros no se tocan) heridos, despedazados, torturados; exterminio, hambre, corrupción, rapiña, intereses espurios, napalm? My country, right or wrong…

Pobre mundo con este “amo” feroz. Porque convengamos que, ahora, Bush siente el respaldo de su pueblo y entonces tiene los superpoderes. Superbush, el mundo es tuyo. Parece, nomás, que los estadounidenses quieren la guerra, la discriminación, el imperialismo, los sombreros texanos, las botas y las pistolas, y la ley de Lynch para el que se oponga.